Cómo llegué hasta aquí: lo que me trajo al agua, a las marcas y a mí misma
- Paula Rojas
- hace 4 días
- 2 Min. de lectura
Desde el colegio siempre tuve una pasión muy clara: crear. No sabía exactamente qué, pero sí sabía que necesitaba hacer cosas con mis manos, con mi mente, con mi intuición. Probé de todo varios proyectos, varias ideas, varios intentos y muchos fracasaron. Y aunque en ese momento dolía, hoy entiendo que ahí estaba el entrenamiento más valioso: aprender a intentarlo otra vez.
También desde muy joven sentí una atracción por contar historias. Por eso estudié Comunicación Social y Periodismo. Me gustaba escuchar, interpretar, darle forma a lo que otros querían decir. Pero en el camino, descubrí algo más: el diseño. Cada clase que tuviera que ver con composición, color, identidad visual o construcción de mensajes, era donde más brillaba y donde más fluía. Ahí entendí que mi forma de comunicar siempre iba a ser visual y emocional.
Después de graduarme, llegó la resina.
La primera pieza que hice fue un proyecto pequeño, pero la respuesta fue tan fuerte y tan positiva, que casi sin darme cuenta, ahí nació Heda Resin. No fue una idea que planeé, ni un negocio que pensé en iniciar. Fue algo que salió de mí de manera natural. Y lo curioso es que la idea que hoy muchos reconocen como creativa y “diferente” nació de algo que yo consideraba cliché: las carcasas de celular.
Un día dije: “Bueno, voy a intentarlo.”
Sin expectativas. Sin presión.
Y desde la primera pieza, funcionó.
La resina se convirtió en mi forma de expresar calma, detalle, sensibilidad y estética. Todo lo que pasa en el perfil de Instagram de Heda Resin las ideas, las fotos, los videos, el diseño, la edición, la identidad visual lo hago yo. Es un proyecto que siempre ha sido un hobby en esencia, pero un hobby que revela quién soy cuando creo sin límites.
Mientras Heda Resin crecía, también crecí profesionalmente.
Trabajé en agencias de marketing, gestionando proyectos, diseñando piezas, creando campañas, construyendo estrategias digitales. Ahí descubrí algo importante: también amo crear en grande.
No solo objetos y piezas artesanales, sino mensajes, marcas, experiencias.
Hoy puedo decir que entiendo mi trabajo como algo integral:
pienso, diseño, creo, ejecuto y sostengo.
En medio de todo eso trabajo, proyectos, ciudad, movimiento tuve una caída emocional fuerte y ahí apareció el snorkel. Salir a respirar, a escuchar mi cuerpo, a sentir el agua como un lugar donde se baja el ruido.
Poco a poco, sin darme cuenta, llegué al buceo. Y en tan solo 10 meses hice mis dos certificaciones:
Open Water y Advanced.
Lo que pensé que era un sueño a muchos años, se volvió un presente inmediato.
Y sigo formándome. Sigo aprendiendo. Sigo bajando más profundo afuera y adentro.
Bajo el agua encontré algo que en tierra a veces cuesta sostener:
silencio, presencia y verdad.
Hoy mi historia es la unión de esas dos cosas:
Lo que gestiono y creo en tierra.
Lo que siento y reconozco bajo el agua.
Diseño desde la calma.
Comunico desde lo vivido.
Creo desde lo que se mueve dentro de mí.
Este blog es para compartir ese camino, con transparencia, con memoria, con voz propia.
Gracias por estar aquí.
— Paula Rojas.









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